Así se vivió el CICLO DE CINE AMAZÓNICO


Durante tres viernes de noviembre y diciembre, el Centro Cultural José Pío Aza (CCJPA) y el Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) abrieron una ventana a la Amazonía peruana a través del cine. El Ciclo de Cine Amazónico no fue solo una exhibición de películas, sino un espacio de encuentro donde las imágenes, las voces y los saberes ancestrales de la Selva dialogaron con el público en el auditorio del Centro Cultural José Pío Aza.


Primera fecha: Saberes ancestrales y relacionalidades naturales.

El viernes 21 de noviembre, la jornada inaugural presentó el documental «Grompes, Curumí y la niña de la Papaya» del realizador Fernando Valdivia. Esta pieza audiovisual exploró la profunda relación entre los pueblos amazónicos y su entorno natural, mostrando cómo el conocimiento ancestral se entreteje con la vida cotidiana.
La reconocida antropóloga Luisa Elvira Belaunde y Mónica Villanueva Galdos, comunicadora y gestora cultural del Museo Etnográfico Amazónico, guiaron el conversatorio posterior, ofreciendo claves para comprender las cosmovisiones que habitan en cada imagen proyectada.

Segunda fecha: Hacer parentesco, crear cuerpo
El 28 de noviembre, el ciclo continuó con la proyección de «Historias de Shipibos» del realizador Omar Forero. El documental narró las experiencias de comunidades shipibo-konibo en contextos urbanos, revelando las tensiones y riquezas de la migración indígena.
Las antropólogas Verónica Boggio y Arantxa Ramos condujeron una mesa de diálogo titulada «Hacer parentesco, crear cuerpo», donde se reflexionó sobre la invisibilización histórica de los pueblos indígenas en las ciudades, las urbes amazónicas como espacios de encuentro intercultural, y los cuerpos como territorios vivos donde se inscriben identidades, memorias y vínculos que se reinventan constantemente.


Tercera fecha: Resonancias, agencias y transformaciones
El ciclo cerró el 5 de diciembre con las propuestas documentales de Ronald Suárez, realizador shipibo-konibo, bajo el tema «Resonancias, agencias y transformaciones amazónicas». En un momento especialmente significativo, el cineasta se conectó vía streaming desde Pucallpa para interactuar directamente con los asistentes, compartiendo su proceso creativo y respondiendo preguntas sobre su trabajo. Esta última jornada destacó la importancia de las voces propias: cineastas indígenas narrando sus propias historias, construyendo representaciones desde adentro y transformando el lenguaje audiovisual con miradas no extractivistas.


Un ciclo necesario
El Ciclo de Cine Amazónico demostró que el cine puede ser puente y espejo. Un puente entre Lima y la Selva, entre lo urbano y lo ancestral, entre diferentes formas de entender el mundo. Y un espejo donde reconocer la diversidad cultural del Perú, esa que muchas veces permanece invisible en las pantallas y en las conversaciones públicas.
Agradecemos profundamente a todas las personas que nos acompañaron en cada función, a los realizadores que compartieron sus obras, y a las especialistas que enriquecieron los conversatorios con sus reflexiones. La Amazonía, con sus saberes y su cine, sigue interpelándonos, invitándonos a escuchar y a mirar de otra manera.

Nos vemos en 2026 con más propuestas audiovisuales que retratan la realidad de la Amazonía.

Artículo escrito por Mónica Villanueva Galdos con la colaboración de Claude (IA)

Comparte esta publicación:

Facebook
Twitter
WhatsApp
Email

OTRAS PUBLICACIONES