Historia

La historia misional de la selva

Los inicios

La historia misional de la selva, desde sus orígenes en épocas de la Colonia, es rica en aventuras, intentos, fracasos y múltiples expediciones. Desde finales del Siglo XIX, en un contexto violento y convulsivo por la explotación del caucho, surge la iniciativa de impulsar la presencia de la Iglesia Católica en la amazonía peruana, asignando en el año 1900 a la Orden de los Dominicos la Prefectura de Santo Domingo del Urubamba, comprendiendo inicialmente los territorios de Madre de Dios y la selva del Cusco.

El primer misionero en llegar será el Rvdo. P. Ramón Zubieta y Les, quien en 1902 funda las dos primeras misiones entre población indígena: Chirumbia en el Alto Urubamba y Ccosñipata en el Alto Madre de Dios. Su incipiente labor misionera se ve definitivamente respaldad en 1906, cuando la Provincia dominicana de España asume estas misiones y envía el primer grupo de misioneros, entre los cuales destacará el P. José Pío Aza.

Los primeros dominicos quemaron muchas energías en abrir rutas, conocer ríos, rectificar mapas incorrectos, preparar expediciones arriesgadas, enfrentarse a situaciones generalizadas de explotación que trajeron sinsabores, lágrimas y muertes. Poco a poco el misionero fue conociendo al indígena y el indígena fue conociendo también al misionero.

En este contexto, la creación de misiones se expande en el Madre de Dios y Alto Urubamba: Manu, Malankiato, Pto. Maldonado, Tahuamanu, Koribeni, Quillabamba, Lago Valencia, etc., expansión que va unida a numerosas expediciones por todo este amplio territorio, dotando a la labor evangelizadora de una permanente dimensión de promoción social y numerosos estudios geográficos y lingüísticos.

Rvdo. P. Ramón Zubieta - Centro Cultural José Pío Aza

Rvdo. P. Ramón Zubieta y Les.
En 1902 funda las dos primeras misiones entre población indígena.

El territorio misionero se va ampliando a nuevas regiones, creando nuevas misiones como Shintuya, Sepahua, Timpía, Kirigueti, Puerto Esperanza y Curanja.

Consolidación

En 1913 llegan a Perú las primeras religiosas dominicas, y solo 2 años después crean en Puerto Maldonado el Colegio “Santa Rosa de Lima”. Sus propulsores fueron Mons. Ramón Zubieta y la Madre Ascensión Nicol, quienes en 1918 fundan la Congregación de “Misioneras Dominicas del Santísimo Rosario”, enriqueciendo así la Misión en diversos campos.

El territorio misionero se va ampliando a nuevas regiones, y a fines de la década de 1940, la actividad misionera se extiende al Alto Madre de Dios, al Bajo Urubamba y al río Purús, creando nuevas misiones como Shintuya, Sepahua, Timpía, Kirigueti, Puerto Esperanza y Curanja. Durante esta década destaca la intensa actividad misionera desplegada por el P. José Álvarez, conocido como “Apaktone”, entre los Harakmbut del Karene (Colorado) y Alto Madre de Dios, ejemplo de misionero que perdura hasta nuestros días.

En 1953 Monseñor Javier Ariz funda la Asociación de Misioneros Seglares, a fin de introducir en la selva personal seglar que se dedicara íntegramente a labores educativas. Así nació la RESSOP, Red Escolar de la Selva del Sur Oriente Peruano.

Igualmente, los Misioneros impulsan la presencia en medios de comunicación, creando dos emisoras radiales: Radio Madre de Dios y Radio Quillabamba, facilitando así la labor pastoral y social en este extenso territorio.

Época actual

Las últimas décadas del siglo XX han estado marcadas por una nueva configuración del espacio amazónico y la ejecución de importantes iniciativas, en las cuales ha jugado un papel especialmente destacado la figura de Mons. Juan José Larrañeta. En la formación de la iglesia local cabe destacar la creación de las “Comunidades Cristianas Campesinas”, la fundación en 1985 del Seminario “San Juan María Vianney” y la fundación del Monasterio de monjas dominicas de vida contemplativa “Nuestra Señora del Rosario”, en la ciudad de Quillabamba.

Y entre las actividades sociales resalta la creación de Caritas Puerto Maldonado (con sede en Quillabamba) y Caritas Madre de Dios (con sede en Puerto Maldonado). En 1992, dando respuesta a las enormes necesidades existentes en el área de salud, se establece el Proyecto Integral de Salud de la Amazonía Peruana (PISAP), que establece infraestructura y personal sanitario en numerosos puntos del Vicariato. Junto a ello, una permanente dedicación al campo educativo que se ve plasmada en múltiples actividades, como la construcción de escuelas y colegios en todos los Centros Educativos administrados por el convenio RESSOP, la creación del Instituto Tecnológico “Carlos Laborde” de Sepahua, la emisoria «Radio Sepahua», mantenimiento y administración de residencias de estudiantes y dotación de becas de estudios superiores a gran cantidad de jóvenes nativos, entre otros.

Las últimas décadas del siglo XX han estado marcadas por una nueva configuración del espacio amazónico y la ejecución de importantes iniciativas