Mujeres Indigenas del Sur y Norte, desde la espiritualidad del cuidado, comparten experiencias.

03 mayo 2021: La espiritualidad de seis mujeres indígenas, que combinan las cosmovisiones de sus pueblos originarios con el cristianismo, se han hecho presentes el pasado 21 de abril, en el encuentro virtual organizado por la Red Eclesial Panamazónica – REPAM, dentro de la sección anual para las cuestiones de los pueblos indígenas del Foro permanente de la Organización de las Naciones Unidas – ONU de 2021.

Por Luis Miguel Modino

Este año el Foro tiene como tema especial: “Paz, justicia e instituciones eficaces: el papel de los pueblos indígenas en el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 16”, que está siendo realizado de manera virtual del 19 al 30 de abril.

Han sido mujeres de América del Norte y del Sur, que han reflexionado a partir de la espiritualidad del cuidado de la Madre Tierra, presente en el universo femenino indígena, compartiendo sus experiencias y sus modos de combinar las diferentes espiritualidades presentes en ellas.

Espiritualidad indígena amazónica

Patricia Gualinga destacaba la importancia de “un evento que nos une en la lucha y en la espiritualidad”. Ella definía el pueblo kichwa de Sarayaku, en la Amazonía ecuatoriana como un pueblo católico a su manera, que encuentra en la espiritualidad una fortaleza para defender el ecosistema amazónico como creación de Dios. Colocando como ejemplo a su padre, un anciano indígena que hoy tiene 97 años, decía que es posible hacer confluir la espiritualidad indígena y católica, porque la espiritualidad es una.

Su pueblo siempre ha visto la naturaleza como Creación divina, recordando que sus tradiciones espirituales llaman a luchar con la firmeza de tener los pies en la tierra y el corazón y el cerebro en el cielo. Patricia Gualinga definía el tiempo actual como momentos críticos, afirmando que estamos en una vuelta sin retorno. Por eso, es el momento de unir esfuerzos en todos los campos, político, espiritual, social, en defensa de la Amazonía. Aquella que fue auditora en el Sínodo para la Amazonía, destacaba la importancia del apoyo de la Iglesia en la defensa de la Amazonía, comenzando por el Papa, muchos cardenales y obispos. Reconociendo que existen diferentes modos de apoyar a los pueblos en la defensa de la Amazonía, insistía que hay que unir para transformar.

Valoración del propio idioma

Desde la Amazonía peruana, Yesica Patiachi, contaba la cosmovisión del pueblo Harakbut, que se consideran hijos de un árbol. Su espiritualidad está basada en respetar el orden de los mundos, lo que los lleva a realizar diferentes ritos con los que expresan ese respeto y a escuchar los sonidos del bosque como modo de conectarse con el mundo y leer las distintas manifestaciones que les comunica la naturaleza. Respetar el equilibrio de los mundos es el camino de vida plena en el mundo Harakbut, lo que debe llevar a respetar los espacios, la casa común.

Un pueblo con una gran capacidad de resiliencia, ha ido avanzando en el camino de la interculturalidad, algo en lo que también ha influido el hecho de recibir al Dios cristiano en su cultura. Yesica, que fue auditora del Sínodo para la Amazonía y actualmente es una de las consejeras de la REPAM, destacaba la importancia de cantar cantos católicos en su lengua, pues el canto siempre ha estado presente en su cultura, como modo de expresar su respeto a la selva. Ella afirmaba que desde que leyó Laudato Si descubrió que el Papa Francisco es un harakbut más que lucha por el respeto del bosque. Por eso insistía en la importancia de respetar, de no romper el equilibrio, como camino del Buen Vivir, de mantener el equilibrio con el bosque.

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FUENTE: REPAM

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